Imagen

Hace casi un año ya desde que se consolidó un proyecto, una idea, algo que tenía ya una larga suma de meses en movimiento y que empezó con una intención tal vez superflua. Hace casi un año nació Gloria Who, una banda de rock. Una banda creada con cariño por un grupo de amigos. Una banda con algo que decir. Una banda, tal vez, como otras cientas que existen en Venezuela, y otras cientas de miles en el mundo.

¿Pero qué hace Gloria Who? ¿Qué la hace? ¿Quiénes son?

Relatar todo esto sería relatar múltiples y largas biografías, de manera individual, hasta un punto en que las líneas convergen y pasan a ser una más grande. ¿Vale la pena hacerlo? Queda a juicio de quien esté interesado en leerlo. Si tal persona existe, pues, diría que todo esto salió de la inspiración. Inspiración por la música: por lo bueno y lo malo, lo bonito y lo feo, lo perfecto y lo imperfecto. Muchos de estos, adjetivos del rock, y/o de otras cosas de la vida cotidiana, son lo que definen quiénes somos y qué es lo que tenemos que decir.

Escribir canciones para esta banda ha sido una experiencia muy difícil de describir. Se siente como imagino que se siente salir a la calle sin una sola prenda de ropa. Exponer amores, desamores, miedos, esperanzas, todo rústicamente rimado, armonizado y grabado ante el mundo (un mundo pequeño, pero no menos mundo al fin) ha sido, es, y no creo que deje de ser algo escalofriante. Porque no siempre está uno preparado para saber lo que otros tienen que decir, sea un «no entiendo» o un «yo también». Pero hablando de manera más superficial, puedo decir con toda honestidad (aunque parezca contradictorio) que poner en papel tantas cosas para decir al mundo es inmensamente satisfactorio, y más si suena medianamente bien al gritarlas con un conjunto personas con las que, de varias maneras, crecí.

He escrito sobre tantas personas, sobre tantas experiencias, sobre tantas emociones y decepciones, que tocar esos nombres sería reventar una burbuja de jabón gigante dentro de la cual conservo algún indicio de tranquilidad. Pero todo echado al hombro, por supuesto, con la intención de decirle a alguien allá afuera, quien sea, que no está solo. Que aquí se le escucha y se le entiende. Creo que esto siempre va a ser el punto de todo, y es lo que me mantiene vivo. Es lo que mantiene a Gloria Who viva. Tengo la certeza de que estas palabras no van a dejar de existir nunca, pase el tiempo que pase, pues son lo que soy. Son lo que hago. Gloria Who soy yo, son mis compañeros a bordo, cada uno de los que han estado y estarán, y todo lo que hemos vivido, hecho, dicho, sentido, experimentado. Todo, de una u otra forma. Y tal vez este casi primer año de vida no sea ni una milésima parte de lo que nos tocará recorrer en este camino, como banda o como seres humanos. Pero es una huella que estamos dejando. Una huella que podremos ver siempre al mirar hacia atrás, y que a pesar de todo, nunca dejará de apuntar hacia la verdadera dirección en la que todos debemos aspirar ir.